Comunidades concheras avanzan en restauración de hábitat de concha negra

Las comunidades concheras de los corregimientos de Pedregal y Chiriquí, históricamente conocidas como las zonas de mayor tradición extractiva, continúan avanzando juntas en la segunda gira técnica del Programa de Restauración y Regeneración de Hábitat, acompañadas por el equipo científico y social de Puerto Barú y el Centro de Investigación, formación y emprendimiento CIFEm.
Durante el proceso se han incorporado nuevos grupos, incluyendo representaciones de Chiriquí, quienes manifestaron inquietudes relacionadas con los impactos, alcances y naturaleza del Proyecto Puerto Barú. Se indicó que dichas preocupaciones son legítimas, considerando que gran parte de las familias dependen directamente del ecosistema para su subsistencia económica y alimentaria.
Nilza Castillo, secretaria del Comité de Concheros de Chiriquí, indicó que para las comunidades es importante la iniciativa debido al valor cultural, económico y generacional de la concha negra en su territorio, ya que la actividad representa el susteto de hogares y ha trascendido como herencia de vida.
Por su parte, Rogelio Martínez, del Comité de Extractores de Moluscos y Crustáceos de Pedregal, detalla que es de mucha importancia la unificación de ambas comunidades, señalando que el aprendizaje compartido, la confianza y la claridad técnica permitirán establecer prácticas responsables y un sistema común de conservación y manejo.
“La comunidad reportó una disminución significativa en la extracción, pasando de una actividad comercial a una de subsistencia, centrada principalmente en el consumo familiar. Ante esta situación, se definió una hoja de trabajo para iniciar una etapa de pre-investigación cuyo objetivo será sustentar un futuro proyecto formal” indicó Manuel Zarate, consultor ambiental de Puerto Barú en David.
Culminada esta fase, el proyecto deberá ser presentado ante el Ministerio de Ambiente, pero su autoría pertenece a las propias organizaciones de concheros, quienes solicitaron la investigación con el propósito de garantizar la continuidad, sostenibilidad y explotación responsable del recurso.
La estrategia final deberá ser desarrollada colectivamente, con base en información científica y no únicamente empírica.





